Los trastornos alimenticios son enfermedades que pueden aparecer a cualquier edad. Están relacionados a temas como estrés, otras enfermedades y con la preocupación de mantener un peso ideal. Sin embargo, esta idea de lograr un peso determinado es relativa. Esto debido a que solo un especialista puede determinar el índice de masa corporal de un paciente. Cada persona tiene un organismo diferente y de esto dependerá el peso que deba mantener, de acuerdo a su edad, historial familiar, estilo de vida y alimentación.
Entre estas enfermedades está la anorexia, un trastorno alimenticio que tiene como consecuencia la pérdida excesiva de peso, respecto a lo que se considera saludable para la edad y estatura de la persona. Quienes la padecen tienen un constante miedo a aumentar de peso. Por lo general inicia durante la adolescencia o a principios de la edad adulta, es más común en mujeres pero también afecta a los hombres.
Existen factores de riesgo que ayudan a identificar si una persona padece anorexia:
- Tiene una imagen corporal distorsionada de la real, se preocupa en exceso por el peso corporal o la figura.
- Se niega a admitir el peligro de exponerse a procesos dañinos de pérdida de peso.
- Baja autoestima: tener un trastorno de ansiedad en la niñez, tener una imagen negativa de sí mismo.
- Problemas alimentarios durante la lactancia o la infancia.
- Arraigo a ciertas tendencias culturales o sociales respecto a la salud y la belleza.
¿Cuáles son los principales síntomas físicos como?
A continuación te presentamos una serie signos que pueden alertar si un familia o conocido está sufriendo de anorexia. Piel reseca, amarillenta o manchada; pérdida de la memoria y pensamiento confuso o lento, resequedad en la boca, sensibilidad extrema al frío, pérdida de la fortaleza ósea, atrofia muscular y pérdida de grasa corporal, osteoporosis, anemia y debilidad; letargo, pereza o cansancio, presión sanguínea baja, respiración y pulso lento; daño en la estructura y el funcionamiento del corazón, daño cerebral e infertilidad.
Estas personas presentan desórdenes de alimentación y estilo de vida como:
- Limitar mucho la cantidad de alimento que comen o no comer.
- Excederse con el ejercicio cuando se sienten lastimadas o están muy ocupadas.
- Ir al baño inmediatamente después de las comidas.
- Utilizar diuréticos, tener deposiciones (enemas y laxantes) o consumir pastillas que disminuyan su apetito.
Otro de los riesgo es que esta enfermedad también afecta el funcionamiento de otro órganos. Con el paso del tiempo se pueden llegar a desarrollar otras enfermedades mortales, derivadas de la anorexia, como la neumonía, insuficiencia respiratoria, paro cardio-respiratorio, insuficiencia renal, entre otras. En muchos de los casos es demasiado tarde para actuar y el cuadro clínico se concluye con la defunción.
La recomendación más inmediata es no tomar medidas extremas para mantener un peso, como limitarse o eliminar las comidas. Ya que nuestro cuerpo necesitas de todos los grupos alimenticios para su buen funcionamiento. Ante cualquier señal, de las mencionadas, es importante consultar con un nutricionista para estudiar el caso. La función del médico es orientar y establecer un plan de alimentación acorde a las necesidades de cada paciente, así como guiarlo hacia un estilo de vida saludable.