La presión arterial normal es vital para la vida.
Sin la presión que obliga a nuestra sangre a fluir alrededor del sistema circulatorio, no se transportaría oxígeno ni nutrientes a través de nuestras arterias a los tejidos y órganos.
Sin embargo, la presión arterial puede llegar a ser peligrosamente alta y también puede bajar demasiado.
Los Institutos Nacionales de Salud citan que la presión arterial normal sea inferior a 120 mm Hg sistólica y 80 mm Hg diastólica.
La presión arterial también es vital porque suministra glóbulos blancos y anticuerpos para la inmunidad, y hormonas como la insulina.
El dispositivo utilizado para medir la presión arterial es un esfingomanómetro o tensiómetro , que consiste en un brazalete de goma, el brazalete que se infla a mano o con una bomba de máquina.
Una vez que el brazalete se infla lo suficiente como para detener el pulso, se toma una lectura, ya sea electrónicamente o en un dial analógico.