
La neumoníaes una enfermedad respiratoria que produce inflamación del pulmón. Está causada, la mayoría de las veces, por una infección bacteriana, vírica o por hongos. Otras inflamaciones neumónicas pulmonares no infecciosas, como por ejemplo las producidas por aspiración del contenido gástrico, son raras.
¿Se contagia la neumonía en los niños?
Sí. Se transmite por vía respiratoria al inhalar los gérmenes expulsados con la tos y los estornudos del niño con neumonía. Los gérmenes causantes de la neumonía producen también otras enfermedades como resfriado, bronquitis, rinitis o incluso ninguna, en los llamados portadores sanos. Esto quiere decir que un niño enfermo de neumoníapuede contagiar a otro, pero tal vez en éste el germen produzca una simple faringitis.
Cualquiera puede sufrir neumonía, pero algunos niños presentan más factores de riesgo. Entre ellos: la prematuridad, la malnutrición, el bajo nivel socioeconómico (por la mala higiene y la mala alimentación), la exposición pasiva al humo de tabaco, la asistencia a la guardería y, sobre todo, el padecer alguna enfermedad de base que afecte a su sistema inmunológico.
¿Qué síntomas tiene la neumonía en los niños?
El diagnóstico se realiza en base a la historia clínica y la exploración del niño. La auscultación es bastante orientativa y la radiografía de tórax confirma el diagnóstico.
Depende del germen que la cause. La neumonía bacteriana responde muy bien al antibiótico adecuado, mientras que la neumoníavírica precisa sólo medidas de soporte, es decir, control de la temperatura con antitérmicos, mantener una buena hidratación y tratamiento sintomático de la tos (si es productiva y no molesta al enfermo, conviene no cortarla para que expulse las secreciones) y otros síntomas que puedan aparecer. A veces el médico no puede diferenciar si es vírica o bacteriana, en cuyo caso lo correcto es administrar antibióticos, además de las medidas de soporte
Siempre que el niño tenga menos de 3 meses de vida, sí la precisa. Además, en los menores de 3 años, cuando la saturación de oxígeno sea inferior al 92%, la frecuencia respiratoria sea superior a 70 o si hay signos evidentes de dificultad para respirar y si tiene dificultad para alimentarse. En los niños mayores de 3 años, la mala oxigenación (inferior al 92%) y la frecuencia respiratoria superior a 50 respiraciones por minuto justifican el ingreso. La dificultad para respirar y los signos de deshidratación son también factores de gravedad. En cualquier edad, el mal estado general, la mala respuesta al tratamiento que se le administra, la existencia de una enfermedad de base, problemas sociales o complicaciones propias de las neumonías tales como el derrame pleural, aconsejan el ingreso.
En general, una neumoníano complicada y producida por los gérmenes habituales precisa ser tratada durante diez días. Si la enfermedad ha sido relativamente importante se aconseja practicar una radiografía de control de curación total al cabo de unas seis semanas.
¿Deja secuelas?
Aunque en la mayoría de los casos la curación es completa, en algunas ocasiones, bien por la agresividad del germen, por el tratamiento inadecuado o por una patología previa del niño, la neumoníapuede provocar en los niños bronquiectasias post-neumónicas (destrucción bronquial).